La Palma, la isla bonita. Que no tienes que perderte
Caldera de Taburiente
El Parque Nacional de la Caldera de Taburiente, uno de los primeros de todo el territorio nacional en recibir este reconocimiento, es una de las paradas obligatorias en La Palma. La ruta que yo realicé comenzaba en La Pista Forestal de Los Brecitos y tras una parada en la playa de Taburiente (una de las imágenes más bonitas de la senda) y la zona de acampada, continuamos por el Barranco de las Angustias, pasando por la maravillosa cascada de colores. Son 18 kilómetros con senderos con pendientes y piedras en el camino, pero el esfuerzo merece la pena: paredes de piedra formando vertiginosas vistas o el abrigo de la naturaleza en su máxima expresión suponen una recompensa irrechazable.
Cascada de colores de la Caldera de Taburiente
La cascada de colores de la Caldera de Taburiente merece una mención aparte, ya que conforma uno de los lugares más mágicos de la isla. Los materiales ferruginosos y otros minerales le dieron este color entre amarillo y naranja, que tanto contrasta con los verdes y marrones más propios del lugar. Para llegar, hay que desviarse del camino que nos hace salir de la Caldera de Taburiente por el barranco de las Angustias, pero desde luego merece la pena.
Bosque de los Tilos
Un paisaje más verde y frondoso lo encontraremos en el Bosque de los Tilos, Reserva Mundial de la Biosfera y otro baluarte de la parte más natural de la isla. Aunque solo me adentré unos metros en este bosque de laurisilva, ya pude percatarme de la variedad de las especies naturales del lugar y de que allí el mayor ruido es que el hacen los pájaros. Localizado en el municipio de San Andrés y Sauces, ofrece rutas cortas como la del Mirador del Espigón Atravesado o el Mirador de las Barandas y otras más largas como la de Nacientes de Marcos y Cordero.
Pinar del Pilar o mirador del Llano del Jable
Otro paisaje imposible de la isla de la Palma es conocido como el Pinar del Pilar, aunque la referencia para llegar puede ser el mirador del Llano del Jable, uno de los miradores astronómicos naturales de la isla y un calmado lugar donde acabar el día. El paisaje volcánico salpicado de vegetación hace que la imagen que se puede ver desde este punto sea bastante peculiar y una gozada para los cinco sentidos.
Volcán de San Antonio
Pero pocas imágenes se desean más en un paisaje volcánico que el propio volcán y su cráter. Por ello, una parada bastante interesante es la del Volcán de San Antonio, en el municipio de Fuencaliente, donde poder pasear por el borde de cráter, emular el movimiento de la tierra generado por una erupción y poder informarse sobre la actividad volcánica del territorio en el centro de interpretación situado al efecto.
Salinas de Fuencaliente
Al sur de la isla, se encuentra otro de los lugares con más embrujo de una isla con mil caras. Se trata de las salinas de Fuencaliente, espacio dedicado a la producción de sal, pero también un entorno único donde el negro volcánico contrasta con el blanco de la sal. La zona merece un paseo tranquilo; una mirada intensa a la inmensidad del mar y al faro de Fuencaliente.
Se trata de una empresa familiar y la marca comercial es Sal Marina Teneguía, en honor al volcán situado en las proximidades y cuya erupción en 1971 paralizó la construcción salinera temporalmente. De hecho, es conocido que uno de los ríos de lava de este volcán frenó a escasos 200 metros del antiguo faro y las salinas, dando razones a la gente para pensar que no había sido una casualidad.
Pasear por Santa Cruz de La Palma
La capital de la isla, Santa Cruz de La Palma, es una ciudad coqueta y tranquila que invita a un paseo por sus calles, conociendo detalles de la arquitectura colonial o tradicional canaria, los principales edificios de la Calle Real, así como la Plaza de España, con la parroquia de El Salvador y la figura del Padre Manuel Díaz, sacerdote que se hizo popular por sus ideas liberales y rebeldes allá por 1824. Pero sin duda lo que más llamó mi atención fueron los balcones de la Avenida Marítima, con su alegre colorido, que os muestro a continuación.
Playa de Nogales
Mucha gente coincide en señalar la playa de Nogales como una de las más bonitas del territorio palmero. La gran pared de roca que la abriga, un paisaje espectacular, el paseo salpicado de margaritas a cada paso y su arena fina de color negro son algunos de sus mejores atributos, pero lo mejor es poder disfrutarla en directo: transmite una paz para la que no hay palabras.
Playa de los Cancajos
Durante el viaje a La Palma, me alojé en un hotel de los Cancajos, situado en el municipio de Breña Baja. Cada día, en mi partida a un nuevo destino de la Isla Bonita, veía la playa de este lugar, la playa de los Cancajos, y he de decir que pensaba: ¡Pero qué bonita! Como la contemplé todos los días, pude observarla desde diferentes perspectivas (con cielos claros, nublados, con gente, sin ella…), enamorarme poco a poco y grabarla en mi recuerdo a golpe de instantáneas como la que sigue.
Playa de Echentive
Otra playa natural que merece la pena en La Palma es la playa de Echentive. Aunque el terreno es de piedra, el paisaje merece la pena y ver el atardecer en algún canto rodado del lugar es un momento impagable. Pero esta playa sería una más si no albergara unas pozas en sus alrededores que hacen que un día de no tan buen tiempo pueda ser también una oportunidad para darse un chapuzón. Pero no solo eso: sino que la poca profundidad hace que sus aguas sean cristalinas y el paisaje natural en el que están enclavadas las convierten en lugar diferente, mágico.
Observación de estrellas en La Palma
La observación de estrellas es otra de las actividades que no debes dejar de hacer en La Palma. Gracias a su situación y la reducción de la contaminación lumínica gracias a la Ley de Protección del Cielo, las condiciones son óptimas para poder conocer el firmamento de la mejor forma. Y está al alcance de todos. Gracias a empresas como Cielos-La Palma, personas de a pie podrán disfrutar con las explicaciones de expertos, observación mediante telescopios y realizar talleres de fotografía de estrellas.
Visitar el Observatorio Astrofísico del Roque de Los Muchachos
El paisaje de telescopios del Observatorio Astrofísico del Roque de Los Muchachos es digno de una película de Hollywood. Aunque más allá del impacto estético, es también uno de los tres espacios de observación astrofísica más importantes del mundo, junto al de Hawái y Chile.
Uno de los enormes telescopios, el más grande del mundo, es el Gran Telescopio de Canarias (GRANTECÁN), cuyo interior se puede visitar. La visita guiada explicará al viajero el funcionamiento de esta enorme maquinaria que funciona a través de espejos y supondrá una incursión en este un mundo infinito tan apasionante como es el firmamento.
Nota: Para gestionar la visita guiada debes hacerlo en el Instituto de Astrofísica de Canarias, por un precio de 9 euros.
Mirador del Roque de Los Muchachos
En la zona de esta interesante visita, está también el Mirador Roque de Los Muchachos, el punto más alto de la isla – a unos 2.400 metros- y desde donde se alcanzan unas buenas vistas a la Caldera de Taburiente. Hay un pequeño paseo, que hace que la visita no se quede en un simple vistazo y también se pueden hacer varias paradas para asimilar tanta belleza.
Visita al Platanológico
Una de las imágenes asociadas a la isla de La Palma es el paisaje de cultivo de plátano que se puede observar en grandes partes de la isla. Si te apetece hacer una visita relacionada con este tema, te recomiendo el Platanológico, que como podrás imaginar es una extensión agraria dedicada en su mayor parte al cultivo ecológico del plátano, por lo que además de conocer de primera mano esta temática, se apoyarán valores como la sostenibilidad y el fomento de la agricultura como medio de desarrollo.
Nota: Puedes reservar las visitas en su web: Platanológico.es.
Red de senderos de La Palma La Palma, además de un paraíso en la tierra, es el edén para practicar senderismo. Hay muchísimas opciones, de todos los niveles y todas ellas interesantísimas. Por ejemplo, la conocida como ‘Ruta de los Volcanes’, oficialmente el sendero que va desde el Refugio de El Pilar hasta el Faro de Fuencaliente, abarca 23 kilómetros y es de dificultad alta, pero te lleva a lugares que parecen de película. Para consultar todos ellos, La Palma cuenta con una web completísima que te ayudará a preparar tu periplo de la mejor manera: Senderos de la Palma.
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